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BOQUERÓN

La cárcel de Zuera custodia a un centenar y medio de maltratadores

El Centro Penitenciario de Zuera custodia a un centenar y medio de hombres condenados por violencia de género, según explicó el director del penal, Luis Lozano. Este volumen de reclusos supone prácticamente el 10% de los internos de la cárcel, cuya población reclusa se sitúa en estas fechas ligeramente por debajo de las 1.600 personas. El presidio tiene encomendada la vigilancia de 1.800 presos, aunque 240 de ellos están asignados a los centros de inserción social de Zaragoza y Huesca tras haber accedido al tercer grado.

La violencia de género se ha convertido en una lacra social que genera una elevada actividad en los juzgados. Según recoge la Memoria de la Fiscalía Superior de Aragón del 2009, el año pasado se abrieron en Aragón 2.467 diligencias previas por malos tratos y lesiones en el ámbito familiar y los jueces dictaron 916 sentencias, mayoritariamente condenatorias y con varones como reos. La violencia machista genera el 2% de las actuaciones judiciales y la octava parte de las sentencias.

 

PROTEGER Y ALEJAR También da trabajo a las fuerzas de seguridad. En la comunidad hay "cerca de 1.900 mujeres con un grado u otro de protección por episodios de violencia machista", explicó el delegado del Gobierno, Javier Fernández.

De hecho, según la Memoria de la Fiscalía, solo el año pasado los jueces aragoneses emitieron 499 órdenes de protección, a las que hay que añadir otras 606 de alejamiento. La dinámica es similar este año, en el que un magistrado turolense dictó una resolución en la que, de hecho, desterraba de la ciudad a un imputado por violencia de género hasta que finalizara la instrucción de la causa.

Sin embargo, no todas las sentencias contra los maltratadores terminan en la reclusión en un centro penitenciario. Es más, para que se dé esa situación es necesario que la condena supere los dos años de duración --solo se impone en caso de lesiones muy graves-- o que el reo sea reincidente.

 

TRATAMIENTOS En algunos casos, los jueces optan por imponer medidas penales alternativas, como la reeducación del violento mediante tratamientos de tipo psicológico.

El Centro de Inserción Social Las Trece Rosas, de Torrero, desarrolla un programa de este tipo en colaboración con el Instituto Aragonés de la Mujer (IAM) con el que intentan reinsertar socialmente a algo más de 80 maltratadores. Realizan terapias de grupo y siguen otras de forma individualizada.

17/07/2010 E. B. D. EL PERIODICO DE ARAGON

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