Blogia
BOQUERÓN

Los forenses confirman que el preso de Zuera fue asesinado por sorpresa

Jornada clave la vivida en la Audiencia Provincial de Zaragoza para aclarar cómo fue la agresión que acabó con la vida de Antonio Giménez, el preso de Zuera supuestamente asesinado por sus compañeros de módulo -Santiago Domínguez Corbalán y Luis Rogelio Valido-.

Los médicos del Instituto de Medicina Legal de Aragón (IMLA) María Dolores Ramón y José Manuel Arreondo han manifestado, en una brillante y clara exposición ante los miembros del Jurado Popular, que el fallecido tuvo que ser atacado por sorpresa por Santiago cuando éste estaba durmiendo sobre la cama de su celda.

Es más, han descrito que Antonio tenía que estar tumbado boca arriba y relajado -estaba bajo tratamiento antidepresivo y tranquilizante- y que le clavó “de forma directa, con fuerza y certera” el pincho carcelario en el corazón. Una herida “mortal de necesidad”, según los forenses.

Estos especialistas, que también han hablado de las heridas restantes en manos, cabeza, boca y muslo indican, en su opinión, que al sentir el pinchazo, la víctima trató de defenderse del ataque y forcejeó con Domínguez Corbalán.

Asimismo, han reconocido que, aunque la hipótesis que defienden era la anteriormente referida, también sospesaron la mantenida por el principal procesado, es decir, que entró al habitáculo carcelario para pedir perdón al finado, pero que éste se lanzó sobre él, forcejearon y le clavó el arma, todo en defensa propia. Hechos que dudan los médicos del IMLA, quienes han aseverado que de ser así “Santiago tendría lesiones de haber peleado y no las tiene”.

Esta tesis ha sido cuestionada por los abogados defensores, Rafael López Garballo y José Álvarez Domínguez, especialmente por este último, quien anteriormente ha utilizado como subterfugio que los funcionarios no pudieran mostrar su informe forense con sus propias fotos, sino con las de la Guardia Civil. Algo que ha permitido a los expertos un contacto más de tú a tú con los miembros del Tribunal Popular que incluso han interactuado y representado con una hoja de papel cómo se produjo el "pinchazo".

Por ello, ha presentado el informe a dos especialistas en medicina legal del Servicio Andaluz de Salud que él ha contratado. Éstos han dado una versión totalmente opuesta a la de los funcionarios, señalando que las lesiones se produjeron en un “contexto de lucha”. Incluso, han llegado a decir que la puñalada fue lo último que se produjo.

Esta situación ha provocado que el magistrado presidente haya propuesto un careo entre los cuatro facultativos. Sin embargo, el intercambio de opiniones no ha permitido un acercamiento de posturas.

"Me dijeron que uno contra uno"

En esta tercera jornada de vista oral, que ha durado mañana y tarde, también han sido interrogados ocho presos del centro penitenciario como testigos protegidos. Uno de ellos, cuya celda está contigua a la de la víctima, ha dicho que se levantó de la siesta y se dirigió hacia Antonio cuando vio que Santiago estaba dentro y otra persona -Luis Rogelio- le agarró de jersey y le dijo que “era uno para uno”, para que no interviniese.

Hecho que hizo que saliera corriendo a buscar a otros reos para que le ayudaran a sacar a Antonio y llevarlo a la enfermería.

El Ministerio público y la abogada de la familia de la víctima, Olga Oseira, consideran que se produjo un asesinato, por lo que piden 20 años de prisión. Penas no compartidas por los abogados defensores, José Álvarez Domínguez y Rafael López Garballo, quienes mantienen la libre absolución.

Aragóndigital.es - Luis Miguel Gabás - 21-12-2011

0 comentarios