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BOQUERÓN

Forenses judiciales dicen que el preso asesinado fue atacado por sorpresa

Los dos forenses que realizaron la autopsia al preso fallecido en la prisión de Zuera han manifestado hoy, en el juicio con jurado que se celebra en la Audiencia de Zaragoza contra dos reclusos acusados de su asesinato, que la víctima fue atacada por sorpresa en su celda.

La presunta agresión tuvo lugar la tarde del 2 de febrero de 2010 en el módulo 9 de Zuera, donde se concentran los presos más conflictivos del centro, entre los que se encontraba el fallecido, Antonio G.H., convicto por el asesinato de un joven policía en los juzgados del Prat de Llobregat (Barcelona).

A juicio de las acusaciones, el procesado Santiago D.C. entró en celda de la víctima, Antonio G.H., con quien había mantenido un enfrentamiento previo, y le clavó un "pincho" en el tórax, causándole una herida que le originó la muerte, mientras su presunto cómplice, Luis Rogelio V.M., vigilaba en el exterior.

Según los peritos judiciales, las distintas heridas que mostraba la víctima indican que fue sorprendida mientras se encontraba tumbada boca arriba y relajada, y atacada con un "pincho" carcelario que le penetró por el pecho hasta el corazón.

Estos especialistas han indicado que las características de esta herida, "redondeada y no irregular" pero "mortal de necesidad", revelan que el fallecido estaba en reposo.

Las heridas restantes en manos, cabeza, boca y muslo indican, en su opinión, que al sentir el pinchazo, la víctima trató de defenderse del ataque y forcejeó con su atacante.

A juicio de los forenses, la herida principal fue un golpe "directo y certero" que le produjo una grave hemorragia interna y su muerte, alrededor de una hora después.

Han insistido, en respuesta a las afirmaciones de la defensa de que la intervención de los médicos del servicio de emergencia pudieron "perjudicar" a la víctima, que las acciones que se llevaron a cabo, una incisión para tratar de drenar la hemorragia, "son las mejores que se podían hacer".

Las tesis de los forenses judiciales han sido rebatidas por dos especialistas en medicina legal contratados por la defensa del presunto autor material del asesinato, para quienes todas las heridas de la víctima fueron infligidas durante el transcurso de una pelea.

A juicio de estos expertos, procedentes de Andalucía, la herida mortal y el resto de lesiones se produjeron en un "contexto de lucha", con el presunto agresor situado encima del fallecido.

Durante la vista, el juez que dirige la vista ha permitido un careo entre los peritos judiciales que realizaron la autopsia y los especialistas de la defensa, que a tenor de los informes estudiados han argumentado que la herida mortal fue la última y no la primera sufrida por la víctima.

El intercambio de opiniones no ha permitido un acercamiento de posturas entre los expertos, que han mantenido ante el jurado sus respectivas posiciones.

La vista se reanudará mañana con las conclusiones e informes finales de las acusaciones y de las defensas, y concluirá el viernes con el veredicto del jurado.

Fiscalía y acusación particular solicitan para los procesados penas de 20 años de prisión e indemnizaciones de 144.000 y 208.000 euros, respectivamente, de cuyo pago han hecho responsable civil subsidiario al Estado al entender que no se garantizó la seguridad del preso fallecido.

Los letrados de la defensa piden la absolución de sus clientes al entender que Santiago D.C. actuó en legítima defensa para eludir un ataque del fallecido con un "pincho", y Luis Rogelio V.M. no llegó a enterarse de lo ocurrido.

Zaragoza, 21 dic (EFE).

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