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BOQUERÓN

Las cárceles de Aragón custodian a 30 etarras

Las tres cárceles aragonesas custodian a treinta presos de ETA: 19 en Zuera, seis en Daroca y cinco en Teruel. La mayoría de ellos ha rechazado públicamente la violencia y está en una fase avanzada del programa de acercamiento que desde hace unos años desarrolla la secretaria de Estado de Instituciones Penitenciarias, dirigida por la zaragozana Mercedes Gallizo y que ha sido una pieza clave en la política antiterrorista en las dos últimas legislaturas.

"Se abre un tiempo diferente, un tiempo complejo y difícil que habrá que administrar con inteligencia y bajo el dictado y amparo de la ley", dijo ayer Gallizo.

La cárcel de Zuera es, junto con la de Villabona --de una a otra viajó hace unas semanas Santiago Arróspide Sarasola, Santi Potros, jefe militar de ETA hasta su detención a finales de 1987--, el antepenúltimo paso previo a la calle para los etarras que reniegan de la violencia. El penúltimo está en las prisiones vascas.

Los muros del penal zufariense custodian a otros dos militantes históricos de la organización que, tras haberla dirigido, fueron pioneros al firmar con otros cuatro terroristas la primera carta en la que militantes de ETA mostraban abiertamente su rechazo al uso de la violencia. Se trata de Francisco Mújica Garmendia, Pakito, número 1 de la banda hasta su detención en Bidart en la primavera de 1992, y de Iñaki Bilbao Beaskoetxea, condenado por varios asesinatos y arrestado dos meses después de la desarticulación del colectivo Artapalo cuando estaba llamado a relevar a Pakito.

Entre los etarras internados en Zuera se encuentran también el exjefe de los comandos Juan Luis Agirre Lete, Insuntza; Felipe Pipe San Epifanio, responsable del comando Barcelona en la primera mitad de los años 90; Peio Odriozola, otro militante crítico con el uso de la violencia, y Xabier Goldaraz Aldaia. Este último quedará en libertad este año o dentro de once en función de qué criterio establece el Tribunal Constitucional sobre la doctrina Parot.

En los últimos años pasaron por Zuera varios sanguinarios etarras y dirigentes de la organización que, tras años de prisión, terminaron renegando de la lucha armada: José Luis Urrusolo Sistiaga, Joseba; José Luis Álvarez de Santacristina, Txelis; José Javier Zabaleta Elósegui, Baldo, o Carmen Guisasola.

Zuera custodia a diez etarras en el módulo 1, a otros ocho en el 10, además de a Leire Martínez Pérez en el centro de mujeres. En el primero de esos recintos pasó unos días el dirigente abertzale Arnaldo Otegi en noviembre del año pasado durante un extraño traslado entre Madrid y Logroño. Oficialmente estuvo en la sección de ingresos. En la práctica, contactó con etarras. Fue un movimiento más en la estratégica casilla zufariense del tablero antiterrorista. 

 E. B. D. 22/10/2011   EL PERIÓDICO DE ARAGÓN.

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