Centros de desintoxicación para acceder a la libertad condicional

EL CENTRO Penitenciario de Zuera trata en su módulo terapéutico --el número 14-- a 64 internos con problemas de conducta o de adicciones. Entre los primeros se encuentran varios condenados por violencia de género, la mayoría de los cuales siguen programas específicos en los que los psicólogos tratan de corregir sus problemas de control de impulsos. No obstante, el grueso de los tratamientos del módulo 14 se centran en la deshabituación de las drogas.

EN EL CASO de Zuera, la estancia en el módulo terapéutico suele ser un paso previo al ingreso en unidades externas y comunidades en las que el preso, durante la fase final de su condena, vive la etapa decisiva del programa de desintoxicación de las drogas. El grueso de los reclusos del penal zufariense que llevan a cabo este itinerario ingresan por Proyecto Hombre o por el Centro de Rehabilitación de Toxicómanos de El Frago. Lo habitual es que, si responden de forma adecuada al tratamiento y superan la adicción, de ahí pasen a la libertad condicional o a la definitiva.

EL TERAPÉUTICO es uno de los primeros recintos especializados que se puso en marcha en la macrocárcel de Zuera. El penal entró en funcionamiento a mediados del 2001, y el módulo 14 lleva casi ocho dedicado al tratamiento de internos con problemas de adicción o psicológicos.

NUMEROSOS estudios concluyen que existe una estrecha relación entre delincuencia y consumo de estupefacientes, dos factores que llegan a coincidir en la mitad de las personas que terminan ingresando en prisión. Sin embargo, no existe consenso entre los criminólogos acerca de si la adicción a las drogas provoca la comisión de delitos o si, en cambio, ambas circunstancias --drogarse y delinquir-- tienen un origen común en las circunstancias sociales --desestructuración familiar, pobreza, exclusión-- de los futuros delincuentes.

EL PERIÓDICO DE ARAGÓN, 16-8-2011