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BOQUERÓN

Artesanía desde la cárcel

"Aquí a mi derecha tengo a un niño bien atendido que todas las mañanas va al colegio, pero a mi izquierda podría tener a uno que no lo hace porque sus padres no pueden permitírselo. Hemos preparado esto para que todos los pequeñajos tengan el mismo derecho a recibir una educación". Así presentó ayer Carlos Sanz el primer rastrillo solidario de la fundación que lleva su nombre.

El dinero recaudado con la venta de artículos elaborados por presos de 30 centros de toda España se destinará a las becas de estudio de los hijos de seis internos de la cárcel de Zuera. Cuadros, figuras de cerámica, espejos, figuras de papel y muchos más artículos se pueden adquirir hasta mañana día 30 en el centro cívico Pedro Laín Entralgo de 10.00 a 13.30 y de 17.00 a 20.30 horas.

Este año la Fundación Carlos Sanz recibió 40 peticiones de becas y para elegir a los seis finalistas se realizó un proceso de selección para comprobar qué niños estaban en condiciones de recibir la ayuda de 1.000 euros. El año que viene la organización tiene previsto repetir la iniciativa aumentando a 30 el número de niños beneficiados.

El presidente de la Fundación Carlos Sanz apuntó que la idea del rastrillo surgió a raíz del éxito del proyecto de donación de órganos Eres tú el 5.000 realizado en prisiones españolas. Impresionado por la buena acogida que tuvo la iniciativa, pensó que "había que devolver la muestra de solidaridad a los reclusos españoles".

Los internos se pusieron manos a la obra en cuanto conocieron la idea del mercadillo. Un preso en tercer grado de la cárcel de Torrero asegura que solo fue necesaria una llamada para que todos comenzaran a confeccionar los artículos del rastrillo. "Carlos siempre se implica con nosotros, entonces ahora teníamos que poner la cara por él", apunta. Otra interna de Zuera señala que "estas iniciativas nos gustan mucho porque nos ayudan a sentirnos útiles y capaces de colaborar con la gente"

29/12/2010 O. GÜELL - EL PERIÓDICO DE ARAGÓN

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