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BOQUERÓN

EL 49 % DE LOS PRESOS EN ARAGON REINCIDEN AL SALIR DE LA CARCEL

El 49% de los presos que han cumplido condena en alguno de los centros penitenciarios de Aragón ha vuelto a cometer algún delito, más de la mitad de ellos en menos de dos años y la tercera parte en menos de seis meses desde que salieron de la cárcel.

Estos datos se recogen en un informe pionero publicado por Cáritas y Pastoral Penitenciaria que analiza la realidad de las prisiones aragonesas y propone medidas como la creación de un Observatorio sobre este ámbito, en el que participarían las administraciones públicas, penitenciarias, patronales, sindicatos, universidad y todo el tejido social relacionado con la cárcel.

La sociedad quiere seguridad y construye prisiones alejadas de la población, de donde subyace una filosofía "muy pesimista" que considera que el hombre no tiene capacidad de recuperar su dignidad como persona, ha explicado en la presentación del informe el director de Cáritas Zaragoza, Carlos Sauras.

El estudio apunta directamente a los problemas de un sistema que hasta ahora se ha preocupado más por la delincuencia que por las causas que llevan a ella, como la criminalización de la pobreza, "muy relacionada con la exclusión, el delito y la cárcel", ha indicado el secretario general de Cáritas Zaragoza y voluntario de Pastoral Penitenciaria, Carlos Piñeyroa.

En su opinión, la prisión ya no es válida como única solución al delito y a la seguridad ciudadana, por su falta de recursos e incapacidad de afrontar una realidad en la que el delito tiene una enorme parte de responsabilidad social y las prestaciones y servicios públicos para la reinserción son "inadecuados, insuficientes, demasiado burocráticos y lentos".

Según el informe, el perfil del preso no ha cambiado mucho desde los años noventa (varón español de entre 21 y 41 años, con bajo nivel formativo y problemas de salud mental y adicción a drogas, condenado a una media de 8,3 años), aunque se ha añadido el colectivo inmigrante y los enfermos mentales.

También se acusa al ordenamiento jurídico de no ser aséptico porque en los últimos años se han agravado los tipos cometidos por las personas en exclusión social, como los delitos contra la salud pública, la propiedad industrial e intelectual y los relacionados con la inmigración clandestina, lo que demuestra que "se ha abordado un problema social desde una perspectiva penal".

Además, se destaca el papel del entorno socioafectivo de los presos (familia y entidades sociales) para hacer que la estancia en prisión y la reinserción lleguen a buen término y dañen en la menor medida posible la salud mental y emocional de los internos.

Por otro lado, se acusa a algunos medios de comunicación de vender una imagen de morbo e inseguridad ciudadana sobre los delincuentes que repercute en el imaginario colectivo de la sociedad, a pesar de que España es el quinto país con una menor tasa de criminalidad de Europa (50,7 infracciones por cada mil habitantes, 35,5 en Aragón) o que el índice nacional de quebrantamientos de permisos penitenciarios es de 0,58 por ciento.

Además del Observatorio Penitenciario de Aragón, en el estudio se hacen propuestas como la aplicación de la justicia restaurativa (que tiene en cuenta la reparación de la víctima y la reinserción del delincuente), reformas legislativas y un aumento de la los recursos y la coordinación entre administraciones.

En noviembre de 2008, en Aragón cumplían condena en los centros penitenciarios de Aragón 2.394 hombres y 150 mujeres, el 73 por ciento en Zuera, el 20 en Daroca y el 7 en Teruel.
EL PERIODICO DE ARAGON

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