El sindicato de funcionarios de la prisión de Zuera denuncia una falta de coordinación de Gallizo
Ante las declaraciones de la secretaria general de Instituciones Penitenciarias, Mercedes Gallizo, ofrecidas este jueves durante la inauguración de una exposición con obras de internos del C.P. de Daroca en la Sala Ibercaja Torre Nueva de Zaragoza, desde el sindicato ACAIP ha querido expresar en un comunicado que agradece el reconocimiento, y mucho más en estos momentos difíciles, que la secretaria general hace del trabajo de los funcionarios que realizan su labor en el C.P. de Zaragoza en la localidad de Zuera.
Desde este sindicato se está de acuerdo con la labor de información y de formación a los internos sobre el problema de las drogas, y con la puesta en marcha del mayor número posible de mecanismos que faciliten que dichos internos puedan abandonar su consumo, aunque aquí se tropieza siempre con la voluntad de los mismos de concienciarse en su abandono.
Además, consideran favorablemente que se aumenten los medios para su lucha, aunque alguno, como el scanner de detección de drogas, es fácilmente eludible cuando se sabe que se le va a realizar dicha detección, por lo que sólo lo consideran útil cuando dicho control es aleatorio e inesperado.
Desde este sindicato creen que el problema de introducción de drogas en los centros penitenciarios se realiza en su mayor parte oculto dentro del cuerpo, tras el disfrute de un permiso o un vis a vis, por lo que debería ser acordado entre los Jueces de Vigilancia y la Administración Penitenciaria los casos en los que sería posible utilizar ecografías o placas de rayos X para impedir dicha entrada, determinando los motivos causantes para su control por estos medios, y que por supuesto no fuese siempre que alguien regresa del exterior, ni todo aquel que ha disfrutado de un permiso o un vis a vis.
Y por último denuncian una falta de coordinación desde la secretaría general de Instituciones Penitenciarias que acaba convirtiendo en los distintos centros penitenciarios en auténticos reinos de taifas, ya que no existe un mismo criterio en la cantidad de pertenencias que pueden tener en las celdas, con lo que la búsqueda de droga una vez en el interior, o cualquier otro objeto prohibido, se convierte en una misión casi imposible.
En el caso de Zuera no existe dicho límite en el número de las mismas prendas que pueden tener. O la falta de coordinación al no tener la misma relación de objetos prohibidos en los distintos centros penitenciarios. O falta de coordinación para que exista el mismo servicio de limpieza de oficinas o transporte de trabajadores desde las ciudades a los centros, a pesar de ser el mismo modelo de centro penitenciario.
Aragón digital
Desde este sindicato se está de acuerdo con la labor de información y de formación a los internos sobre el problema de las drogas, y con la puesta en marcha del mayor número posible de mecanismos que faciliten que dichos internos puedan abandonar su consumo, aunque aquí se tropieza siempre con la voluntad de los mismos de concienciarse en su abandono.
Además, consideran favorablemente que se aumenten los medios para su lucha, aunque alguno, como el scanner de detección de drogas, es fácilmente eludible cuando se sabe que se le va a realizar dicha detección, por lo que sólo lo consideran útil cuando dicho control es aleatorio e inesperado.
Desde este sindicato creen que el problema de introducción de drogas en los centros penitenciarios se realiza en su mayor parte oculto dentro del cuerpo, tras el disfrute de un permiso o un vis a vis, por lo que debería ser acordado entre los Jueces de Vigilancia y la Administración Penitenciaria los casos en los que sería posible utilizar ecografías o placas de rayos X para impedir dicha entrada, determinando los motivos causantes para su control por estos medios, y que por supuesto no fuese siempre que alguien regresa del exterior, ni todo aquel que ha disfrutado de un permiso o un vis a vis.
Y por último denuncian una falta de coordinación desde la secretaría general de Instituciones Penitenciarias que acaba convirtiendo en los distintos centros penitenciarios en auténticos reinos de taifas, ya que no existe un mismo criterio en la cantidad de pertenencias que pueden tener en las celdas, con lo que la búsqueda de droga una vez en el interior, o cualquier otro objeto prohibido, se convierte en una misión casi imposible.
En el caso de Zuera no existe dicho límite en el número de las mismas prendas que pueden tener. O la falta de coordinación al no tener la misma relación de objetos prohibidos en los distintos centros penitenciarios. O falta de coordinación para que exista el mismo servicio de limpieza de oficinas o transporte de trabajadores desde las ciudades a los centros, a pesar de ser el mismo modelo de centro penitenciario.
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