LA EXQUISITED CON LOS RICOS
HERALDO DE ARAGÓN. 9 de octubre de 2006.
M. A. C. Zaragoza | La Audiencia de Zaragoza acaba de dictar un auto en el que ordena que se siga investigado la presunta agresión sufrida en junio por el capo del narcotráfico gallego Laureano Oubiña en la prisión de Zuera. El Juzgado de Instrucción número 2 de la capital aragonesa decidió archivarla, pero esa decisión ha sido calificada ahora como "prematura". En respuesta al recurso de apelación interpuesto por el abogado que asiste al denunciante, el tribunal explica que se decretó el sobreseimiento de las actuaciones "sin haber practicado apenas ninguna diligencia" para esclarecer los hechos.
Laureano Oubiña denunció a dos funcionarios de la cárcel por una presunta agresión de la que asegura que fue víctima el pasado 13 de junio, durante un registro en su celda. Él explica que le apremiaron para que saliera de la ducha y que al decirles que tuvieran "más moderación" en su comportamiento y comentarles que era "ya viejo para tantas prisas", le golpearon y le causaron lesiones.
Sin embargo, los dos jefes de servicio de la prisión redactaron un informe con su versión de los hechos: "Se le ordena salir, reiterando el interno su negativa, por lo que es asido de un brazo para facilitar la evacuación. Éste se zafa y ante el cariz de la situación se le sujeta de los dos brazos pero no ofrece mayor resistencia, por lo que no se adoptan otras medidas y se ordena al interno bajar al patio al igual que al resto".
La dirección del centro penitenciario explicó entonces que, en esta maniobra, es factible que se produjeran las lesiones leves descritas en el parte médico. El facultativo que reconoció a Laureano Oubiña le apreció erosión interna en labio inferior, erosión en brazo izquierdo y contusión en tobillo izquierdo y derecho.
El cacheo extraordinario fue ordenado por la Dirección General de Instituciones Penitenciarias, para descubrir y, en su caso, requisar drogas o pinchos carcelarios. A diferencia de los ordinarios, que se hacen diariamente de forma aleatoria en cuatro o cinco celdas y a unos pocos reclusos, ese día se ordenó que se llevaran a cabo en un módulo completo (72 celdas) y el elegido fue el que se encuentra Laureano Oubiña. Estos cacheos son más rigurosos y pueden incluir el desnudo integral del interno.
Oubiña fue condenado a once años y un mes de prisión por traficar con hachís, de los que ya ha cumplido casi siete. Llegó en febrero a Zuera, pero ya ha abandonado el centro.
Nuevas diligencias
El auto de la Audiencia de Zaragoza censura el auto de archivo dictado el 28 de junio y recuerda que "no se ha ratificado la denuncia ante la presencia judicial ni se le ha tomado al denunciante amplia declaración sobre los hechos". El Tribunal explica que tampoco se ha citado a los funcionarios de la prisión vinculados con los hechos. "Simplemente y de acuerdo con un informe dirigido -por estos- al director del centro penitenciario, escrito que ni siquiera va dirigido a la juez de instrucción, se adopta la resolución ahora sometida a censura y que, como ya se ha dicho, se considera a todas luces prematura".
El letrado que asiste a Oubiña, Joaquín Ruiz Giménez, solicitaba en el recurso de apelación la práctica de varias diligencias. Entre otras, que se tomara declaración, como testigo, al interno que compartía celda con el denunciante. Además de a los dos funcionarios implicados en la presunta agresión y al director de la cárcel, el letrado pedía también que se citara a otros seis vigilantes de la prisión de Zuera.
La Audiencia solicita ahora que "para una mayor exquisitez en la instrucción de la causa" se interrogue al denunciante y a los denunciados.
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