Blogia
BOQUERÓN

Rafael Dufol JUBILADO Y PROFESOR DE INFORMÁTICA EN LA CÁRCEL DE ZUERA :

Cuando se jubiló hace seis años, Rafael Dufol no sabía que su incipiente afición a la informática le llevaría a ser profesor de esta materia en el centro penitenciario de Zuera. Con 70 años, este antiguo comercial se ha dado cuenta de que puede desarrollar un trabajo de gran interés social que además da sentido a su vida.

 

--El pasado viernes recibió un diploma por su participación en un proyecto de la obra social de La Caixa consistente en dar clases de informática a reclusos. ¿Cómo es la experiencia?

--Las clases empezaron ya el pasado mes de abril y la verdad es que los presos han respondido muy bien, con mucho interés. Y para nosotros, los voluntarios, algunos con más de 80 años, la posibilidad de sentirnos útiles a los demás es lo que más nos llena. De esta forma no nos apoltronamos en casa y seguimos activos.

--¿Cuál es la respuesta de los reclusos?

--Los alumnos responden con mucho interés. La mayoría de ellos no tienen ni idea de la informática. No saben ni siquiera manejar el teclado y hay que empezar por darles nociones de mecanografía. En algunos casos, no están familiazarizados con los ordenadores y les explicamos de qué se componen y cómo funcionan.

--¿Le gusta este trabajo?

--Dar clase a personas que están privadas de libertad es algo que engancha mucho, aunque en nuestro caso se han formado cinco grupos de cinco personas, de forma que subimos un día a la semana a la cárcel de Zuera.

--Pero un centro penitenciario no es un marco habitual para dar clases.

--Al principio entraba en la prisión un poco cohibido. Me sentía extraño ahí dentro, sobre todo los primeros días, cuando pasábamos por los arcos detectores. Luego, con el paso del tiempo, he aprendido a no llevar nada que pueda pitar en los controles y me he habituado al recorrido de puertas y más puertas hasta llegar al aula.

--¿Qué clase de presos tienen interés en apuntarse a las clases de informática?

--Son presos ejemplares, gente agradable, con mucho interés por aprender.

--¿Les interesa internet?

--Internet no lo pueden tocar, lo tienen prohibido, aunque el primer día todos se abalanzaron sobre los ordenadores con la idea de navegar por internet. Al final se han adaptado y ya no hay problemas.

--¿A qué obedece el interés de los presos por aprender informática?

--Algunos de ellos vienen a clase porque es una manera de obtener ventajas. Más de uno me ha dicho que quería conseguir un permiso. La cuestión es que, sea el que sea el motivo por el que vienen a clase, acuden al aula con mucha asiduidad. Resulta que son reclusos muy activos, no solamente en informática, y que trabajan todo el día en unas cosas u otras, dentro del centro penitenciario.

,--¿Qué otros cometidos desarrolla la asociación que preside?

--Tengo que precisar que nosotros, las personas mayores, ayudamos al profesor de informática, que es el experto. Aportamos nuestros conocimientos y nuestra buena voluntad. Pero no nos limitamos solo a los presos. Avimar también se preocupa por los niños con discapacidad mental, a los que también enseñamos rudimentos de informática.

--Ahora que está jubilado, estas ocupaciones deben de llenarlo de satisfacción.

--Me permiten algo muy importante: mantenerme en contacto con la gente. Como representante comercial, estoy muy acostumbrado a tratar con diferentes tipos de personas, una cualidad o capacidad que ahora puedo seguir desarrollando en beneficio de los demás.

F. Valero EL PERIÓDICO DE ARAGÓN - 28 noviembre 2010

0 comentarios