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BOQUERÓN

Interior busca un geriátrico para el preso nonagenario

Interior busca un geriátrico para el preso nonagenario

El anciano de 93 años, al que recientemente se le concedió la libertad provisional pero permanece en la prisión de Zuera porque no tiene donde ir, no abandonará la cárcel hasta que no se le asigne una residencia. El juez supeditó su excarcelación a que cuente con un lugar donde vivir con la atención necesaria.

Los responsables de instituciones penitenciarias han inscrito al hombre, acusado de intentar matar a su mujer con un cuchillo, en la lista de espera de varias residencias. Por su parte, desde el Departamento de Servicios Sociales, han comenzado las gestiones para realizar la evaluación de su grado de dependencia. De ser declarado gran dependiente, tendría derecho a recibir una pensión que completaría sus recursos actuales, y le permitiría acceder a una centro de mayores.

Además, los Mercedarios de Zaragoza siguen este caso desde que ingresó en prisión. Los religiosos intentaron buscar una hogar adecuado para el anciano, que necesita constantes cuidados y padece demencia senil, aunque desde la organización afirmaron que "no existen centros que quieran atenderle gratuitamente y su pensión no es suficiente". Uno de los mercedarios que visita al anciano regularmente en prisión, aseguró que en el centro recibe una "atención excelente", lo que les hace estar tranquilos por su situación.

El caso de F. L. es particular por su estado mental --él piensa que está en un campamento-- pero lo cierto es que los mayores de 70 años suponen un problema para las instituciones penitenciarias. Los motivos más frecuentes de sus condenas son maltrato doméstico o abusos a menores, con lo que en ambas situaciones reciben el rechazo de sus familias y llegan desamparados al momento de la excarcelación.

27/10/2010 EL PERIÓDICO DE ARAGÓN

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