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BOQUERÓN

Extracto de la carta redactada por “El Solitario” sobre su experiencia en el módulo de aislamiento de la prisión de Zuera

El extracto aquí publicado se corresponde textualmente a una carta –más amplia y que entra en otras cuestiones ajenas a su encarcelamiento- inicialmente publicada en las webs de contrainformación www.alasbarricadas.org y www.grupotortuga.com y firmada por Jaime Giménez Arbe, más conocido como “El Solitario”. Según se desprende de la información publicada en diversos medios de comunicación, Giménez Arbe ha sido recientemente trasladado a la prisión de Dueñas, en Palencia.

CORREO DERECHO PENITENCIARIO.- (…) Pero no sólo en el aspecto judicial queda deslegitimado el Estado español, también sucede lo propio con la indignidad de sus prisiones. Hablando de las prisiones del Estado español es obligatorio resaltar que en España están infringiendo todas las legislaciones existentes en Europa relativas a los derechos humanos.

Hay que decir públicamente que en las prisiones españolas no sólo se tortura física y psíquicamente, sino que en sus instalaciones se encuentran camufladas auténticas celdas para torturar, llegando en algunos casos a disponer de elementos de sonido (altavoces) para no sólo ahogar los lamentos de los prisioneros que están siendo objeto de torturas, sino que incluso y siguiendo las técnicas tristemente conocidas de Guantánamo y Abu-Ghraib, se deja la música conectada durante toda la noche para así conseguir sufrimiento adicional por falta de sueño, en concreto se utilizan instalaciones, teóricamente diseñados para otros fines, para torturar.

La inseguridad en los módulos de aislamiento, auténticas cárceles dentro de las cárceles, es absoluta. Las vejaciones, palizas, provocaciones, acoso y “suicidios”, protagonizadas por algunos funcionarios de prisiones ultraderechistas, son una constante en las prisiones del Estado español.

Actualmente estoy recluido en la celda número 21 del ala C del módulo de aislamiento de la prisión de Zuera. A modo de ejemplo, y como botón de muestra, tengo que denunciar públicamente que mi celda así como todas las restantes del ala C, celdas 21 a 30, no sólo tienen barrotes en las ventanas sino además un enrejado metálico que deja aberturas de 3 x 3 centímetros y que impide no sólo sacar los brazos por la ventana sino que limita considerablemente el paso de la luz. Estos enrejados metálicos están prohibidos por la Ley General Penitenciaría que, en su día y en diferentes lugares de España, dispusieron su eliminación, pero como quiera que los módulos de aislamiento de las prisiones de España son auténticos “gulags” donde reinan “zares” por encima del bien y el mal, denominados pomposamente sub-directores de seguridad, y que deberían de llamarse por su nombre; administradores de inseguridad.

Además en estos lugares reina el silencio cómplice, la iniquidad y la podredumbre. Se hacen muy necesarias las visitas de inspección no sólo de las autoridades del Estado español, sino también las de comisiones de investigación de la Corte Europea de los Derechos del Hombre y de organizaciones no gubernamentales como Amnesty International.

Espero y deseo que este escrito a la opinión pública sea leído por la señora Directora General de Instituciones Penitenciarias, tendré sumo gusto en informarla de aspectos terribles de las prisiones del Estado español. No obstante, tengo intención, en el momento más apropiado, de escribirle una carta dossier personal donde ampliaré fehacientemente todo lo que sea menester acerca de las torturas que se cometen en las cárceles españolas. Esta carta será previa a la denuncia ante la Corte Europea de Derechos Humanos de Estrasburgo, donde pretendo denunciar al Estado español.

Quiero recordarle a la señora Mercedes Gallizo que la tortura esta absolutamente prohibida en Europa, tanto en su forma física como psíquica, y que es un delito que, no prescribe nunca y que hace absolutamente indigno al Estado que la practica, es obligación de todos desarmar esta estructura de silencios, complicidades, amenazas y coacciones que impiden que salga a la luz pública este cúmulo de aberraciones.

Le recomiendo a la señora Mercedes Gallizo que tenga a bien dirigirse a nosotros, los presos F.I.E.S., para obtener información de primera mano, puesto que somos nosotros, principalmente, las víctimas de estos crueles tratos inhumanos y degradantes. Es evidente que si usted se dirige en busca de información a un módulo normal, donde residen presos de confianza de los funcionarios de prisiones, usted recibirá sólo información mediatizada y complaciente.

Es muy conveniente que en las prisiones españolas entre una considerable cantidad de aire fresco que renueve el aire putrefacto que aquí se respira, y que el preso, independientemente del delito cometido, o del delito del que esté acusado, pueda residir en las prisiones de una manera digna, igual, para todos, donde sólo se este privado de libertad, no de derechos constitucionales.

Sería deseable señora Gallizo dos cosas: La primera que todos los funcionarios de prisiones llevaran en su uniforme, bien visible, el nombre y apellido o número de identificación, como sucede en las prisiones europeas, y la segunda que prohibiera la exhibición en el uniforme de los funcionarios de prisiones de cualquier tipo de bandera o símbolo que pudiera tener connotación o pertenencia a cualquier ideología política, si hay que portar, bien visible, la bandera de España que sea de uso general para todos los funcionarios de prisiones, pero no como una forma de identificación con ideologías de ultraderecha.
Salud y Anarquía

Jaime Giménez Arbe
C.P. de Zaragoza
Ctra. Nacional 330, Km. 539 50.008 Zuera Zaragoza (España)

Redactado en la prisión de Zuera, módulo de aislamiento, ala C, celda 21, en abril de 2008.

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