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BOQUERÓN

"En mi clase tuve un Hannibal Lecter en potencia"

"En mi clase tuve un Hannibal Lecter en potencia"

Francisco Javier Millán ha dirigido “Jaque”, el primer episodio de una posible serie de televisión grabada en la cárcel de Daroca y protagonizada por Marianico el Corto y algunos de los penitenciarios. Toda una experiencia que le ha hecho valorar más su libertad y hacer amigos de los que nunca se olvidan.

Millán declara que no pasó miedo,"aunque sí un poco de tensión. “Jaque” es el título de un episodio piloto de una serie cómica que se ha grabado en el centro penitenciario de Daroca. El proyecto audiovisual ha sido dirigido por Francisco Javier Millán, uno de los directores de Impacto Producciones. Javier Mesa, director de Área de Formación del centro, ha sido el creador de este formato y quien pensó en Millán como director de esta experiencia.

El actor principal es Miguel Ángel Tirado, más conocido como Marianico el Corto, pero en este caso no se lleva todo el protagonismo. En este serial, basado en el famoso formato de “Cámera Café”, la actuación recae también en los propios presos de la cárcel de Daroca. Un guión cómico, escrito también por un penitenciario, que ofrece la cara más amable de una prisión.

Pregunta.- ¿Impone dar clase a presos?
Respuesta.- Al principio, el choque sí que fue fuerte. Me plantaron delante a una docena de personas con tatuajes gigantescos, con un aspecto un tanto extraño y pensé: “¿Dónde me he metido?”. Y ahora, algunos de ellos se han convertido en unos de mis mejores amigos.

P.- ¿Ha llegado a pasar miedo?
R.- Miedo no, pero sí que hubo algún momento de tensión. Una vez puse una película de temática homosexual y uno de los alumnos, que parecía neonazi, se me encaró y tuvimos que echarlo del curso. Es el único momento en el que he sentido que podía estar en peligro. Sentí cierto miedo, pero por lo demás, ningún tipo de problema.

P.- ¿Se ha preguntado alguna vez por qué están donde están?
R.- Me lo he preguntado muchas veces. Parece gente tan buena y tan especial que te preguntas cómo es posible o cómo han llegado hasta aquí. Te puedo asegurar que muchos de ellos, después de haberme contado su delito, alucino con su carácter de buena persona. Muchas veces piensas cómo han podido llegar a tener este desliz en su vida.

P.- ¿Cómo se presentan en su clase?
R.- A clase vienen para quitarse de la cabeza el módulo, el patio de la cárcel, porque realmente es algo muy duro. Yo estuve en un par de ocasiones por allí y ese sitio sí que es de película: muros altos, vallas altas, la gente andando de un lado para otro, mucho frío... Es un sitio muy duro, tanto, que si miras a alguien, aunque sea de manera normal, se puede encarar contigo y provocar una pelea. En cambio, en el curso audiovisual todo el mundo está sin peleas, sin riñas, hay una armonía especial.

P.- Aún más si en ellas participa Miguel Ángel Tirado.
R.- Es un genio. Si te soy sincero, al principio tenía ciertos perjuicios hacia el humor de aragonés cazurro que interpreta, pero fue toda una experiencia. Me lo pasé genial. Fue muy divertido. Es una persona muy humana, que me ha sorprendido porque es todo un actor, un showman.

P.- ¿Cuál es el papel que interpreta en "Jaque"?
R.- Él hace de cazurro, del personaje de siempre. Javier Mesa quería sacarlo así, y Javier Betancor, que es el guionista, había escrito un personaje de cazurro. El porqué está en la cárcel se sabrá en próximos episodios, es el suspense de la historia. Ha interactuado con los presos de una manera espectacular. Ellos, al no ser profesionales, se crecieron con él al lado. Se metían caña para hacerlo bien. Fue un día inolvidable.

P.- El guionista es también presidiario.
R.- Es el gran descubrimiento de Javier Mesa. Se llama Javier Betancor, es canario y está escribiendo una novela que posiblemente se publique. Siempre que iba por la cárcel estaba junto a Javier Mesa haciendo correcciones sobre el texto. Él también es creador de “Jaque”, es un diamante en bruto que, además, tiene una historia bastante interesante sobre su vida, sobre su infancia. Tuvo que vivir una situación un poco horrible en el colegio de monjas, donde le pegaban. Era uno de estos colegios antiguos de la época franquista. Me contaba cada historia que yo le dije que lo escribiera todo, porque es un filón para hacer una película. Escribe muy bien.

P.- ¿Y los actores?
R.- Me vuelven loco. Cuando estaba editando decía en alto: “Pero, ¡por Dios! ¿Por qué hiciste esto?” Hace falta mucha edición para intentar que no se vean los errores de continuidad. Pero bueno, a la hora de interpretar, la mitad de ellos tiene una formación previa porque han estado en un taller de teatro. Además, hay algunos que ya tienen un desparpajo especial de manera natural, pero como es lógico, no son actores y hay que trabajar con más cuidado.

P.- ¿Qué es lo que más le ha sorprendido de los presos?
R.- Me ha sorprendido que son mejores personas de lo que parecen. Habrán cometido lo que han cometido, pero te puedo asegurar que tienen los mismos valores que tú y yo, o cualquier otra persona. Han cometido ese error en su vida y muchos están arrepentidos, o al menos eso dicen.

P.- Entonces, ¿usted cree en la rehabilitación?
R.- Sí, en parte sí, no funciona al cien por cien porque incluso estando yo allí, uno de mis alumnos se escapó. Le dieron un permiso para salir y desapareció. Era una persona que había cometido triple homicidio. Era muy joven, tenía unos 30 años y aún le quedaban muchos años por delante de prisión. No se rehabilitaba nunca, se hacía incluso daño a sí mismo. Vi que era imposible una recuperación porque ya tenía la mentalidad de sicópata. Tenía un fuerte lado oscuro. Era un Hannibal Lecter en potencia.

P.- ¿Puede haber recelo a que unos delincuentes protagonicen una serie?
R.- Hay un precedente en televisión con tema carcelario, “El coro de la cárcel”, y hubo algunos comentarios al respecto. Incluso las instituciones penitenciarias no vieron adecuado el programa porque sacaba una imagen un tanto negativa en algunas ocasiones de la propia cárcel. Sí que con “Jaque” lo que querían era hacer un lavado de cara, que fuera una comedia. El lado positivo de la cárcel.

P.- Por cierto, ¿cómo se adapta un “Cámera café” a la cárcel?
R.- Se basa en ello, pero lo han transformado. En la cárcel hay un juego, el ajedrez, que dicen que es uno de los juegos más “talegueros”. Lo que han hecho es crear una sala donde hay una máquina de café, unas mesas con tableros y gente jugando: un anarquista, un profesor que les enseña, un gorila que trabaja para la mafia. Y claro, alrededor de esos tableros ocurren una serie de sucesos, de anécdotas... Nos hemos desvinculado bastante de “Cámera Café”.

P.- ¿Qué relación tiene “Jaque” con el famoso vídeo de los presos de Korea imitando a Michael Jackson?
R.- Eso fue la bomba. Podría ser igual. Ése tubo mucho éxito, pero aquí se tienen que cuidar los derechos de imagen y todas esas cosas, porque yo podría subirlo hoy mismo a Internet, pero debemos pedir los permisos pertinentes para llevarlo por la vía legal. En principio confiamos en Aragón Televisión, que es la primera cadena a la que se lo hemos ofrecido.

P.- ¿Cómo fue el último día de rodaje?
R.- El último día hicimos una pequeña fiesta. Un día entre triste y feliz. Se retiraba todo el decorado y Javier Mesa me dijo que era como si Hollywood desapareciera de allí, como si las luces y las bambalinas se fueran, como si el glamour se fuera de la cárcel. Pero fue un día muy bonito y lo pasamos muy bien.

P.- ¿Le ha cambiado a usted esta experiencia?
R.- Con esto me he dado cuenta de que mis problemas no tienen la mayor importancia. A veces te pasan cosas, pero llegas allí y piensas: “De qué me quejo si hay gente aquí que leva desde los años 80”. Hay gente que me dice que me ha cambiado la vida, y es que la valoro más. Mi padre me dice que me levanto por las mañanas con otra cara.

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