Uno de los secuestradores de Zuera participó en un motín

Uno de los reclusos que el sábado participó en la retención y agresión de un funcionario del centro penitenciario de Zuera tenía antecedentes por motín y secuestro, pero pese a ello estaba clasificado en segundo grado. El sindicato ACAIP ha criticado la "benevolencia" con la que Instituciones Penitenciarias trata a presos de estas características que hace tan solo unos años estaban calificados como de especial seguimiento por su peligrosidad.

J. A. C. M., nacido en Tarragona hace 26 años, y M. A. C., de Valencia y 23 años, secuestraron el pasado sábado a un funcionario con el que intentaron llegar hasta el centro de comunicaciones, con el fin de evadirse del centro. Ambos estaban internos en el módulo 10, que alberga a más de cien personas entre preventivos y reincidentes que no tiene unas especiales condiciones de seguridad pese a la peligrosidad de algunos de ellos.

Según ha podido saber este diario, J. A. C. M. estaba en segundo grado penitenciario desde el 30 de mayo de este año, pese a que no tenía canceladas las sanciones que le habían impuesto por dos un motín y un intento de fuga con toma de rehenes que había protagonizado en Teixeiro (La Coruña) y en Soto del Real (Madrid).

En la prisión coruñesa, J. A. C. M. participó en un motín, junto a otros presos comunes (Instituciones Penitenciarias negó que hubiera implicados un islamista y dos etarras). Todos ellos estaban en régimen de aislamiento y comenzaron a autolesionarse y a amenazar a los funcionarios, que tuvieron que acudir a sofocar una revuelta que se reprodujo horas después. En el transcurso de este incidente murió de un infarto uno de los jefes de servicio.

A los dos días, este recluso fue regresado al primer grado y trasladado a la prisión de Soto del Real, donde cuatro meses después (el 25 de noviembre) protagonizó otro intento de fuga que le acarreó una nueva sanción, que se extinguiría en diciembre de este año. Sin embargo antes de ser trasladado a Zuera , el 3 de julio pasado, se le progresó en el grado.

El sábado, este interno y su compañero M. A. C. se armaron con tres pinchos carcelarios de hierro, de más de 20 centímetros, y secuestraron a un funcionario al que hirieron en un pulmón. En el registro posterior, los funcionarios encontraron una jeringuilla en una de sus zapatillas. El otro recluso, que se había casado hacía dos días con otra presa del centro, presentaba evidentes síntomas de encontrarse bajo los efectos de las drogas, según indicaron fuentes penitenciarias.

El sindicato ACAIP critica la falta de preparación de los funcionarios así como de medios con los que hacer frente a este tipo de situaciones. "Para un caso como el del sábado solo hay tres petos, tres cascos y guantes anticortes", indicaron.

El funcionario agredido fue dado de alta ayer tras recuperarse de las heridas por las que fue internado en la Clínica Quirón.
>El Periódico de Aragón - 11/09/2007 )