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BOQUERÓN

Los yihadistas de Zuera

Los yihadistas de Zuera

Fuat El Morabit Amghar, Hasan El Haski y Antonio Toro Castro son los tres presos implicados en el 11-M que estuvieron como presos preventivos en la cárcel de Zuera. Sobre los dos primeros han recaído serias condenas por su responsabilidad en la matanza, aunque es previsible que ninguno de los dos regrese a cumplir a este centro penitenciario. Toro Castro fue absuelto. Instituciones Penitenciarias aún no ha terminado su trabajo de clasificación para redistribuir a todos los penados en las distintas cárceles del Estado. Todavía no hay previsiones sobre si las cárceles de Daroca y Zuera albergarán a algunos de ellos.

La fijación del destino está relacionada con diversos parámetros que barajan los técnicos de la junta de clasificación, como el arraigo familiar y social --preferencia por cárceles próximas a donde residen los familiares del recluso--, la masificación de los centros --el de Zuera, con 1.800 internos, y Daroca, con 520, están próximos al límite--, y otras circunstancias especiales.

En el caso de los terroristas del 11-M, el factor de seguridad ha sido un elemento muy valorado por Instituciones Penitenciarias, que ha dispuesto una política rotatoria para ellos con el fin de que no formaran núcleo de adeptos en las prisiones donde se encontraban. Muchos de los implicados no estuvieron más de dos meses en una misma cárcel antes del juicio.

Hasan El Haski, condenado a 15 años de prisión por pertenencia a una organización terrorista, estuvo en Zuera en el verano del 2005. Fuentes penitenciarias señalaron que no provocó ningún incidente. Durante su estancia se produjo un tumulto cuando un preso intentó apuñalar a un funcionario y todos los presos de aislamiento provocaron destrozos en sus celdas. El Haski fue el único interno de esa sección que no secundó el motín.

Junto a el Egipcio y a Yusef Belhadj, El Haski estaba acusado de dirigir la célula terrorista que cometió el atentado y considerado como "autor cualificado" del mismo, pero solo fue condenado en calidad de miembro de la organización. Periodistas que siguieron el juicio lo calificaron como "el dirigente silencioso", en contraste con el protagonismo de los dos anteriores.

El Haski había sido trasladado hace más de un año a otra prisión. Sin embargo, los otros dos implicados estaban en Zuera hasta poco antes de que los llevaran a Madrid para que asistieran al juicio.

El Morabit tendrá que cumplir doce años de privación de libertad como miembro de una organización terrorista. De tratarse de un preso corriente, volvería a la prisión de Zuera, donde fue trasladado por los mismos criterios que se emplearán ahora en su clasificación, pero la política rotatoria de estos presos para evitar la formación de células terroristas en el interior de las cárceles le llevará a otro lugar.

El único de los presos del 11-M que ha pasado por Zuera y ha sido absuelto es Antonio Toro Castro, a quien no se ha podido probar que fuera el jefe de la trama asturiana del atentado.

Como El Morabit, Toro fue trasladado a Madrid poco antes de que se iniciasen las vistas orales del juicio. Estaba acusado de vender, junto con Emilio Suárez Trashorras, los explosivos que utilizaron los terroristas, y también implicó en la causa a su hermana, Carmen, que igualmente ha sido absuelta.

Los funcionarios de Zuera no le recuerdan como una persona conflictiva ni que destacara por ninguna actividad del resto de los presos mientras estuvo en el centro.
>El Periódico de Aragón - 11/11/2007 )

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