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BOQUERÓN

BROTE DE LEGIONELA (enero 2006)

Un preso de la cárcel de Zuera fallece a causa de la legionela
El recluso, de 56 años, cumplía condena por tráfico de drogas. Las autoridades penitenciarias han tomado medidas para evitar el contagio.
J. M. P. B. / F. V. (28/01/2006)

Un recluso del centro penitenciario de Zuera falleció el pasado lunes en la capital aragonesa como consecuencia de una infección de legionela. El fallecido, que cumplía tres años y medio de condena por tráfico de drogas, era de origen marroquí y tenía 56 años.

El preso, que tenía fijada la residencia en Holanda, fue trasladado urgentemente el pasado lunes al hospital Miguel Servet de Zaragoza al presentar síntomas de que padecía, aparentemente, una fuerte gripe.
El recluso falleció al poco de su ingreso y, al serle realizada la autopsia, se descubrió que la causa real de la muerte era la legionelosis, según indicaron fuentes penitenciarias. El interno padecía dos enfermedades y estaba bajo de defensas, por lo que su estado de salud era muy precario.

MEDIDAS SANITARIAS Al tener conocimiento del motivo de la muerte, los responsables del centro penitenciario dieron aviso de lo sucedido al Salud y pusieron en marcha inmediatamente el protocolo de actuación previsto para este tipo de situaciones. El agua fue hiperclorada y se tomaron distintas muestras para su análisis.

Además, se aplicaron estrictas medidas higiénicas para evitar la propagación de la infección, dado que la población penitenciaria, por sus especiales características sanitarias, presenta un alto grado de vulnerabilidad al contagio de la legionelosis.

Las primeras investigaciones apuntan a que el origen de la infección podría estar en las duchas de la prisión, donde se han adoptado medidas especiales para evitar la propagación de la bacteria.

Fuentes penitenciarias indicaron que el agua es sometida a controles mensuales muy estrictos desde que el centro abrió en el verano del año 2002.

En la actualidad, los responsables sanitarios del centro penitenciario están a la espera de los análisis del mes de enero, que arrojarán luz sobre el origen de la muerte del preso marroquí.

28 DEFUNCIONES Con el fallecimiento del preso marroquí, son ya 28 las muertes que se han registrado en la prisión de Zuera, habitualmente masificada, en los tres años y medio transcurridos desde su entrada en funcionamiento.

La mayor parte las muertes contabilizadas se debieron principalmente a suicidios, al consumo de drogas (sobredosis) y a diversas causas naturales.

El pasado año perdieron la vida en la macroprisión de Zuera tres reclusos. Sin embargo, la máxima mortandad registrada hasta la fecha se produjo en el 2004, cuando el número de fallecimientos se elevó a once y colocó a esta cárcel en el primer puesto de España en cuanto a defunciones de internos.

La DGA confirma un nuevo caso de legionela en la cárcel de Zuera
Un segundo recluso fue dado de alta ayer en el Servet al evolucionar favorablemente. La Delegación del Gobierno asegura que no se han registrado más infecciones.
FERNANDO VALERO (29/01/2006)
La macrocárcel de Zuera presenta problemas de saturación desde su inauguración.

El Gobierno de Aragón confirmó ayer la existencia de un segundo caso de legionelosis en el centro penitenciario de Zuera, donde estaba interno el recluso fallecido el pasado 23 de enero en el hospital Miguel Servet a consecuencia de una infección por la bacteria.

Ambos casos fueron notificados por las autoridades penitenciarias a la Dirección General de Salud Pública, como es preceptivo, tan pronto como fueron detectados, los días 18 y 20 de enero, respectivamente, si bien en ambos casos se declararon un día antes.

El segundo afectado, un preso de primer grado, fue trasladado igualmente al Miguel Servet, donde recientemente ha recibido el alta por presentar una evolución favorable, según indicaron ayer fuentes de la Delegación del Gobierno en Aragón.

El primero de los afectados era de nacionalidad marroquí, tenía 56 años y presentaba un grave problema inmunodepresivo, dado que padecía dos enfermedades que habían minado sus sistema de defensas.
El 17 de enero ingresó en el Servet con lo que parecía una fuerte gripe, pero tres días más tarde se le diagnosticó legionelosis.

PROTOCOLO DE ACTUACIÓN Fuentes de la Delegación del Gobierno informaron de que la infección de legionela se circunscribe a los dos casos tratados hasta la fecha.

Asimismo, indicaron que, el 20 de enero, las autoridades de Salud pusieron en marcha en las instalaciones penitenciarias el protocolo de actuación previsto para los episodios de legionelosis.

Así, se hipercloró y se calentó de la red sanitaria y se tomaron muestras de agua para realizar un análisis de su composición. La DGA subrayó ayer que los análisis realizados en el centro penitenciario de Zuera en los meses anteriores a fin de año dieron resultado negativo y no revelaron la existencia de la bacteria de la legionela.

En estos momentos, los técnicos de la Dirección General de Salud Pública se hallan a la espera de los resultados de los análisis de agua practicados en el mes de enero, antes y después de la muerte del recluso de nacionalidad marroquí.

Estas pruebas permitirán determinar dónde se encuentra el fondo de la legionelosis, una patología neumónica que ya originó cuatro casos en abril del año 2004.

MEDIDAS ESPECIALES La repetición de las infecciones por legionela, una bacteria que tiene en el agua pulverizada su mejor medio de transmisión, obligó tiempo atrás a los responsables de la macrocárcel de Zuera a extraer las alcachofas de las duchas, a extremar las medidas de higiene y a multiplicar los análisis de la red sanitaria, que pasaron a ser mensuales en lugar de trimestrales.

Desde su inauguración en el verano del 2002, 28 reclusos han muerto en Zuera por diversos motivos.

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