Blogia
BOQUERÓN

Dos presos de Zuera afrontan penas de 20 años por el asesinato de otro

Dos reclusos que se encontraban a principios de 2010 en el centro penitenciario de Zuera (Zaragoza) se enfrentan a sendas penas de 20 años de prisión por el presunto asesinato de otro recluso que murió por una herida en el pecho realizada con un 'pincho' carcelario.

Los hechos, que han comenzado a ser enjuiciados hoy, tuvieron lugar la tarde del 2 de febrero de 2010 en el módulo 9 de Zuera, uno de los recintos de la prisión donde se concentran, según la defensa, algunos de los internos considerados más peligrosos y donde los 'pinchos', la violencia y la droga forman parte de la vida cotidiana de los internos.

En la primera sesión con jurado de la vista celebrada hoy en la Audiencia de Zaragoza, la fiscalía y la acusación particular han solicitado penas de 20 años de prisión e indemnizaciones de 144.000 y 208.000 euros, respectivamente, de cuyo pago han hecho responsable civil subsidiario al Estado al entender que no se garantizó la seguridad del preso fallecido.

Los letrados de la defensa han solicitado la absolución de sus clientes tras argumentar que uno de ellos actuó en legítima defensa para eludir un ataque del fallecido con un 'pincho', y el otro no llegó a enterarse de lo ocurrido.

Según las acusaciones, los hechos se originaron tras la hora de la comida debido a una discusión entre uno de los acusados, Santiago D.C, y el fallecido, tras pedirle éste que le diera un cigarrillo y llamarle "hermano".

En su exposición inicial, la fiscalía ha argumentado que ante la contestación recibida del procesado, que le espetó "ni te doy un cigarro ni soy tu hermano", el fallecido reaccionó con violencia y le retó a acompañarle a los "tigres", en referencia a los baños, lugar donde los internos realizan sus peleas al no haber allí cámaras de seguridad.

La presencia de un grupo de funcionarios evitó la pelea y el procesado se dirigió a su celda donde se encontraba el segundo acusado, su supuesto cómplice, Luis Rogelio V.M., para charlar y dormir la siesta.

A juicio de las acusaciones, Santiago D.C., "profundamente humillado" y con un "profundo deseo de venganza", solicitó la ayuda de su compañero, con el que había coincidido tiempo atrás en la prisión del Puerto de Santa María, para "acabar" con la vida del fallecido.

Según la representante fiscal, sobre las 17.00, Santiago D.C. entró en la celda de su oponente, que cumplía una larga condena por el asesinato de un policía en El Prat de Llobregat (Barcelona), y aprovechando que se encontraba en estado de somnolencia le tapó la boca y le asestó un pinchazo en el tórax, que provocó su muerte una hora después.

La versión de las acusaciones ha sido negada durante la vista por Santiago D.C., quien ha admitido que se dirigió a la celda de la víctima pero para tratar de "encauzar" las cosas y tratar de buscar una solución.

Este procesado, llegado del Puerto de Santa María una semana antes, ha explicado que su supuesto cómplice le aconsejó que solucionara la situación dado que el fallecido era "muy peligroso" y porque "si no lo hacía, me iba a hacer la vida imposible en el módulo".

Según ha manifestado, al entrar en la "covacha" (celda) del fallecido, éste, sentado en la cama, se giró y cogió un pincho al tiempo que se abalanzaba sobre él con la presunta intención de herirle.

Ha añadido que en la refriega pudo apoderarse del pincho antes de rodar por el suelo con su contrincante, aunque ha asegurado no ser consciente del momento en el que la víctima sufrió la herida mortal.

El procesado ha alegado que "si no le llego a dar un porrazo en la cara y se le cae el pincho, el me hubiera pinchado a mí" y ha exculpado al segundo acusado, un joven de 26 años convicto por un asesinato y un robo en Las Palmas, tras resaltar que en ningún momento le acompañó a la celda ni trató de evitar que otros internos entraran en esos momentos.

Así lo ha asegurado Luis Rogelio V.M., quien ha asegurado que se limitó a comentarle a su compañero que debía tratar de "aclarar" las cosas con la víctima.

En el momento de producirse los hechos, Santiago D.C., estaba a falta de 9 meses y 9 días de cumplir íntegramente, en primer grado carcelario, los 10 años de prisión en los que habían sido refundidas las diversas sentencias por robo a las que había sido condenado.

Efe Zaragoza - 19-12-2011

0 comentarios