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BOQUERÓN

CSIF denuncia preso que asesinó a otro tenía mal clasificada su peligrosidad

CSIF ha denunciado la clasificación de los presos en las cárceles por su peligrosidad, que según el sindicato puede dar lugar a sucesos lamentables como el reciente asesinato de un interno en la cárcel de Zuera a manos de un compañero, que estaba en primer grado en un centro de Andalucía y se colocó en segundo en la prisión zaragozana.

Tras denunciar la progresiva debilidad del sistema penitenciario español, el Sector de Prisiones de CSIF en Aragón achaca en un comunicado los últimos incidentes ocurridos en la cárcel de Zuera, además de a una mala práctica en la clasificación de la peligrosidad de los presos, a la masificación y a la falta de personal funcionario.

La masificación llega a extremos insospechados, según este sindicato, que indica que de los 58.655 internos censados en España en 2004 se ha pasado a 75.774 en 2009.

Es decir, la tasa de presos se ha elevado un 22,5 por ciento, pero no así el número de nuevos centros abiertos, agrega.

A este hecho, indica CSIF, se suma el de la falta de personal, puesto que en la mayoría de los establecimientos penitenciarios no está cubierta ni siquiera la plantilla prevista para el volumen de internos para que fueron diseñados.

Por ejemplo, añade, la cárcel zaragozana de Zuera alberga a 1.911 presos pese a haber sido construida para 1.008, es decir, según CSIF, hay aproximadamente dos funcionarios por cada 140 presos

Sin embargo, lo que para el sindicato "provoca mayor hartazgo e indignación entre los trabajadores es el sistema de clasificación de los internos en función de su potencial peligrosidad".

En este sentido, CSIF afirma que desde la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias se ha dado orden de que haya el menor número posible en primer grado (mayor peligro, sujetos a restricciones y ubicados en módulos específicos) y se incluya el máximo posible en el segundo (el más nutrido en cuanto a número) o en el tercero (menor peligro).

CSIF explica que es el comportamiento durante el cumplimiento de la pena -y de una serie de requisitos legales- lo que hace revisar la consideración del preso en uno u otro nivel pero "no se está recurriendo a ese criterio".

La "benevolencia se ha convertido en práctica habitual", de forma que hay internos de segundo grado que deberían haberse mantenido en el primero por su peligrosidad, y que ahora "campan a sus anchas por los distintos módulos del centro que, para colmo, están masificados y escasamente dotados de funcionarios", denuncia el sindicato.

Según CSIF, así se entiende que puedan ocurrir hechos "tan lamentables" como el asesinato cometido por un preso que, hasta hace pocos días, estaba en primer grado en un centro de Andalucía y que en Zuera se colocó en segundo.

También se refiere a lo ocurrido en 2007, cuando unos presos recién reclasificados a segundo grado secuestraron y casi asesinaron al único funcionario encargado del control interno de un módulo masificado.
ADN.ES 8-02-2010

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