Una representación del Huesca visitó ayer el centro penitenciario de Zuera y disputó un partido de fútbol sala

El Huesca sacó ayer a relucir su cara más amable y social con la visita que varios jugadores de la plantilla realizaron al centro penitenciario de Zuera. Jonan, Rodri, Paco, Jaume y José Végar, junto al presidente Armando Borraz y el jefe de prensa, Javier Lera, viajaron hasta el centro a primera hora de la tarde para compartir unas horas con los reclusos.

En primer lugar, jugadores y presidente hablaron en el salón de actos, que estaba lleno, y respondieron a todas las cuestiones y dudas sobre fútbol y sobre el equipo. El ambiente fue excepcional y todos los participantes disfrutaron mucho de la velada, que estuvo muy animada.

Posteriormente se improvisó un partido de fútbol sala entre los jugadores oscenses y un equipo de los reclusos. La victoria, aunque ajustada, fue para el equipo de Zuera, y por los azulgranas, Javier Lera tuvo que actuar de improvisado portero en la segunda mitad, con no muy buena fortuna, puesto que tuvo que sacar el balón de las redes en numerosas ocasiones. En todo caso, como se suele decir el resultado fue lo de menos y sí las ganas de pasarlo bien mediante el deporte.
Diario del AltoAragón

El partido, disputado en el pabellón polideportivo del centro, también contó con mucho público en la grada, y continuó con el ambiente distendido y agradable que acompañó toda la jornada.

INTERCAMBIO DE REGALOS

Tanto plantilla como reclusos se intercambiaron presentes al final. Por parte de los jugadores, repartieron productos del merchandising del club como gorras, bufandas, camisetas, pegatinas o pins, y al estar agotadas las camisetas oficiales de esta temporada, los jugadores prometieron que una vez se presente la equipación de la próxima temporada, harán llegar al centro una elástica oficial firmada por todos los jugadores.

Por parte de los presos, obsequiaron a la expedición azulgrana con un cenicero de cerámica realizado por ellos mismos en uno de los talleres con que cuenta el recinto.

Al final, los muchos asistentes a los actos previstos agradecieron enormemente la visita de los deportistas, y en tono más de broma destacaron el hecho de que representantes de un club situado en una pequeña ciudad, de 50.000 habitantes, se hubieran "atrevido" a visitar la cárcel, mientras que en otra ciudad, bastante más grande en tamaño y población, y prácticamente igual de cercana, su club señero de fútbol no hubiera realizado una actividad similar.