Un preso de permiso de Daroca es el presunto asesino del joyero de Leganés
La policía detuvo ayer a Jose Manuel I. V., de 27 años, como presunto asesino de Salam H. T., el joyero asesinado en Leganés (Madrid) el 30 de agosto. La Policía Nacional identificó al sospechoso por las huellas dactilares encontradas en el establecimiento, ya que se trataba de un preso que había quebrantado su permiso carcelario. El 26, cuatro días antes, debería haber vuelto a la prisión zaragozana de Daroca, donde cumplía condena. El presunto asesino ya ha sido puesto a disposición del juzgado de instrucción de Sigüenza.
Jose Manuel I. V. fue detenido a las ocho de la tarde de ayer por la Guardia Civil de Tráfico en Alcolea del Pinar, en la provincia de Guadalajara. Dos agentes localizaron un coche averiado en la cuneta y, al solicitar los datos, descubrieron que figuraba como robado. Su conductor fue identificado como el sospechoso por un asesinato en una joyería de Leganés.
Salam H. T., de 55 años, era de nacionalidad española y origen iraní. Su cuerpo fue encontrado en la trastienda de su establecimiento, situado en la avenida de Fuenlabrada de Leganés. Estaba tumbado en el suelo junto a un gran charco de sangre después de que los agentes de policía consiguieran entrar en el establecimiento, que en el momento de su llegada estaba cerrado.
El joyero ya había sufrido varios atracos, aunque hasta el momento ninguno con violencia. Sin embargo, la Jefatura Superior de Policía de Madrid no confirmó que se tratara de un atraco y sostiene que aún se barajan todas las posibilidades, entre ellas, que se trate de un ajuste de cuentas.
Jose Manuel I. V. fue detenido a las ocho de la tarde de ayer por la Guardia Civil de Tráfico en Alcolea del Pinar, en la provincia de Guadalajara. Dos agentes localizaron un coche averiado en la cuneta y, al solicitar los datos, descubrieron que figuraba como robado. Su conductor fue identificado como el sospechoso por un asesinato en una joyería de Leganés.
Salam H. T., de 55 años, era de nacionalidad española y origen iraní. Su cuerpo fue encontrado en la trastienda de su establecimiento, situado en la avenida de Fuenlabrada de Leganés. Estaba tumbado en el suelo junto a un gran charco de sangre después de que los agentes de policía consiguieran entrar en el establecimiento, que en el momento de su llegada estaba cerrado.
El joyero ya había sufrido varios atracos, aunque hasta el momento ninguno con violencia. Sin embargo, la Jefatura Superior de Policía de Madrid no confirmó que se tratara de un atraco y sostiene que aún se barajan todas las posibilidades, entre ellas, que se trate de un ajuste de cuentas.
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