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BOQUERÓN

´Vis a vis´ mortal en Zuera

Rosa Melero Martín fue condenada por la Audiencia de Zaragoza a cuatro años de prisión por su implicación en el asesinato de Francisco Javier Belloc Montañés, cometido el 30 de abril del 2007 en el barrio de Valdefierro de la capital aragonesa. La mujer salió bien librada, ya que el tribunal consideró que la autoría material de los hechos correspondió a su compañero, Javier Marqueta Iglesias, al que se le impuso tres años y seis meses de privación de libertad.

Esta semana trascendió que la joven había fallecido a finales de julio por una sobredosis de heroína. La reclusa se inyectó la droga durante una vista vis a vis en la cárcel con el propio Marqueta, que también consumió la misma sustancia y estuvo cinco días en la UCI, aunque pudo sobrevivir.

Politoxicómana crónica y miembro de una familia desestructurada, Rosa había tenido una vida muy difícil y desde los 16 años se dedicaba a la prostitución, que ejercía en los niveles más bajos, principalmente en la calle Ramón y Cajal.

Fue allí donde contactó con Belloc, al que trasladó a una finca que ocupaba con su pareja en Valdefierro, tras acordar un precio de 100 euros por el contacto sexual, según la versión de la mujer. La víctima se encontró en la vivienda con Marqueta, con quien se peleó y falleció aquella misma noche. Tenía lesiones graves en la cabeza al ser golpeado con un objeto metálico, al parecer unas tijeras para podar.

El crimen se resolvió seis semanas más tarde, cuando la Policía detuvo a la pareja tras recibir una confidencia y exhumó el cuerpo, enterrado por el agresor en la misma finca donde ocurrieron los hechos.

Durante el juicio, la carga de la prueba fue abrumadora contra los acusados. Y el tribunal aplicó a ambos la atenuante analógica de drogadicción para reducir las penas.

Ambos fueron descritos como personas irrecuperables de la drogadicción. Fue el argumento que utilizaron sus abogados, Carmen Sánchez Herrero y Javier Notivoli, para pedir una eximente completa que el tribunal solo apreció parcialmente como atenuante.

Según fuentes penitenciarias, Rosa estuvo cinco días quejándose en su celda --agonizando según algunas de sus compañeras--. Se tardó en comprender la gravedad de su estado, ya que anteriormente presentaba también síntomas parecidos por el deterioro físico que sufría. Finalmente, tanto ella como Marqueta fueron trasladados a un centro sanitario e ingresaron en la UCI, pero Rosa no salvó la vida.
>El Periódico de Aragón - 01/09/2008 )

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