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BOQUERÓN

Doce presos saldrán de la cárcel para plantar mil pinos en los parques de la capital

La actividad forma parte de un plan de reinserción de los reclusos que no tiene precedentes en el centro penitenciario de Teruel y que contempla salidas programadas de los internos al exterior.
Un grupo de doce presos del centro penitenciario de Teruel realizará el próximo mes de marzo diversas salidas programadas al exterior para llevar a cabo una labor social. Los reclusos se encargarán de plantar un millar de pinos en diversos parques de la ciudad y en zonas ajardinadas de algunos de los diez barrios rurales que hay alrededor de la capital.
La actuación, anunciada ayer por el director de la prisión de Teruel, Julio Esteban, forma parte de un plan de reinserción social de los presos sin precedentes en la capital turolense, si bien iniciativas similares se han llevado a la práctica en otras cárceles del país. El proyecto persigue formar laboralmente al recluso y prepararlo, en general, para su vuelta a la sociedad. En este contexto, algunos reclusos han realizado ya salidas a las pistas de atletismo de la capital para entrenarse de cara a futuras competiciones.
Esteban explicó que, para llevar a cabo la plantación de pinos por la ciudad y sus barrios, se ha elegido a los reclusos que más confianza ofrecen a la Dirección del centro, tanto por su comportamiento diario en la prisión como por la voluntad de rehabilitarse que ellos mismos muestran. "Son personas que han estado descarriladas un tiempo, pero que tienen derecho a una nueva oportunidad de inserción en la sociedad", declaró el director de la prisión de Teruel.
Julio Esteban hizo estas declaraciones momentos antes de que diera comienzo en la sede de la Subdelegación del Gobierno en Teruel una reunión de trabajo entre directores de siete centros penitenciarios, todos los que existen en las Comunidades Autónomas de País Vasco, Navarra y Aragón, territorios limítrofes entre sí. En estas prisiones permanecen, en total, alrededor de 3.000 internos.
Andrés Gonzalo, director de la cárcel de Zuera (Zaragoza), explicó que este tipo de encuentros, que se celebran periódicamente y en distintas ciudades, tienen por objeto "debatir acerca de los problemas domésticos que tienen en común las prisiones y compartir experiencias que permitan mejorar el funcionamiento de los centros".
Una cárcel "bien conservada"
Tras la reunión, todos los asistentes visitaron la cárcel de Teruel "para conocer la realidad", indicó Julio Esteban a los medios de comunicación. El director de la prisión turolense, que es además concejal del PAR en el ayuntamiento, afirmó que el centro, pese a su antigüedad, pues data de mediados del siglo pasado, está en muy buenas condiciones. "Se han hecho más inversiones en los últimos tres años que en épocas enteras anteriores -dijo-. La prisión es antigua, pero no vieja, y está muy bien conservada".
Las últimas reformas llevadas a cabo en el centro penitenciario de Teruel han servido para erradicar los dormitorios colectivos, en los que convivían hasta 15 reclusos sin ninguna intimidad. También se modernizaron los aseos, se alicataron espacios individuales y comunes y se sustituyeron las ventanas de madera por otras de aluminio. Además, la cocina se ha adaptado a las nuevas normas de seguridad. "Son actuaciones que por sí solas pueden pasar desapercibidas, pero que, en conjunto, son importantes", dijo Esteban.
La cárcel de Teruel cuenta con 190 reclusos -todos ellos cumplen condena en segundo y tercer grado- y 130 funcionarios. Para Esteban, la proporción entre presos y empleados es "normal", lejos de resultar excesivo o, por el contrario, muy bajo, el número de trabajadores.

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